Hoy hace un calor abrasador, con temperaturas que alcanzan los 38 °C antes del mediodía. Por suerte, la ciudad tiene dispensadores de agua refrescante, que ofrecen tanto agua con gas como sin gas, una salvación en este calor.
Pasamos la mañana explorando las calles estrechas y sombreadas de Gardola. Estos callejones frescos brindan un respiro del sol, y el ambiente auténtico de la ciudad, con sus fachadas coloridas y su encanto italiano, hace que sea un paseo relajado y agradable. ¡Una excelente manera de combatir el calor!
¡Otra comida deliciosa hoy en «Ristorante Il Calderone»! Disfrutamos de un Fritto misto crujiente y sabroso, una auténtica especialidad local que nos encantó.
Después del almuerzo, pasamos por el mercado local para comprar un poco de vino orgánico. Los vendedores compartieron apasionadamente historias sobre sus productos y nos fuimos con algunas botellas para saborear más tarde.
De regreso a casa, nos relajamos en la terraza antes de darnos un chapuzón en la piscina con la increíble vista al lago. ¡Una tarde perfecta, que combina buena comida y relajación pura bajo el sol italiano!