Comenzamos el día con un desayuno relajante en la terraza, saboreando un café moka caliente mientras disfrutamos de la hermosa vista del lago.
Luego exploramos las tiendas locales, llenas de increíbles productos regionales: quesos, aceites de oliva y otras especialidades que muestran los sabores de la zona. ¡Es un verdadero placer descubrirlo!
El almuerzo es de regreso en el restaurante para más Fritto misto (¡no me canso de esos crujientes jajaja!), bocados frescos. La noche trae una enorme tormenta, con relámpagos que destellan sobre el lago y las montañas.